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Deslizamiento mortal en Columbia Británica: Cuatro muertos y un desaparecido en Lillooet

Introducción

Un trágico deslizamiento de tierra ocurrido en la autopista 99 (Duffey Lake Road), cerca de Lillooet, en Columbia Británica (Canadá), dejó al menos cuatro personas fallecidas y una desaparecida en noviembre de 2021. El incidente fue provocado por lluvias torrenciales que causaron severas inundaciones y destrucción masiva de infraestructura en toda la provincia. En este artículo, se revisan los hechos confirmados, las acciones de rescate y las reacciones oficiales ante la tragedia, así como sus repercusiones sociales, económicas y ambientales.

Lugar y causa del desastre

La autopista 99 conecta el interior montañoso de Columbia Británica con la costa del Pacífico. El 15 de noviembre de 2021, tras un “río atmosférico” que provocó precipitaciones excepcionales durante el fin de semana, se produjo un derrumbe de tierra en una sección de la vía entre Lillooet y Pemberton. La magnitud de la lluvia saturó el terreno, debilitó taludes y generó deslizamientos en múltiples puntos, lo que resultó en una catástrofe que tomó por sorpresa a las personas que transitaban por la carretera.

Víctimas mortales

Las labores de rescate comenzaron de inmediato. El mismo lunes 15, se encontró el cuerpo de una mujer, convirtiéndola en la primera víctima confirmada del evento. Posteriormente:

  • El miércoles 17 se recuperó el cuerpo de un hombre.
  • El jueves 18, se hallaron los cuerpos de otros dos hombres.

En total, se confirmaron cuatro fallecidos debido al derrumbe. Las víctimas se encontraban en vehículos arrastrados por la masa de lodo y escombros. Todos los cuerpos fueron recuperados gracias al trabajo coordinado entre la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), los equipos de rescate locales, y el personal forense de la provincia.

Una persona desaparecida

A pesar de los continuos esfuerzos de la RCMP y los equipos de rescate, no se logró ubicar a una quinta persona reportada como desaparecida. El operativo de búsqueda se extendió por varios días, pero fue suspendido debido a las condiciones inestables del terreno y el riesgo para el personal involucrado. Las autoridades comunicaron que, aunque se habían agotado todas las vías posibles de búsqueda, continuarían las labores de monitoreo y recolección de información relevante para esclarecer el paradero del individuo desaparecido.

Reacciones oficiales

Lisa Lapointe, forense jefe de Columbia Británica, lamentó la tragedia en un comunicado oficial y destacó el impacto de los eventos climáticos extremos en la provincia. Expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y subrayó el compromiso de su oficina para investigar los hechos y prevenir futuras pérdidas de vidas humanas.

“Extiendo mis más sinceras condolencias a las familias que ahora están de luto por la muerte repentina e inesperada de sus seres queridos, y también a la familia de la persona desaparecida que, hasta ahora, no hemos podido localizar”, declaró Lapointe.

El gobierno provincial declaró el estado de emergencia, movilizó recursos para atender a las comunidades afectadas y coordinó evacuaciones en otras zonas impactadas por las inundaciones. Asimismo, se realizaron esfuerzos para garantizar la seguridad en las carreteras y apoyar a las personas que quedaron varadas o afectadas directamente por la interrupción del transporte.

Daños en infraestructura

El deslizamiento provocó el cierre total de la autopista 99 en la zona afectada. Se reportaron daños severos en carreteras, puentes, sistemas de alcantarillado y suministro eléctrico. Varias comunidades quedaron aisladas temporalmente. El Ministerio de Transporte de Columbia Británica inició trabajos de evaluación y reparación para reabrir la vía lo antes posible, aunque sin una fecha exacta en ese momento. Equipos de ingenieros y trabajadores del gobierno fueron desplegados para retirar escombros, estabilizar terrenos y reconstruir los tramos colapsados.

 

Condiciones meteorológicas extremas

El fenómeno del “río atmosférico” causó precipitaciones acumuladas de hasta 250 mm en menos de 48 horas. Esta cantidad de lluvia rompía récords históricos y superaba la capacidad de absorción del suelo. También se registraron aludes y desbordamientos de ríos en diversas localidades. En total, se contabilizaron múltiples deslizamientos de tierra en diferentes puntos de la provincia, afectando también zonas como Abbotsford, Merritt y Hope.

Impacto social y económico

Las víctimas del deslizamiento eran personas que transitaban por la autopista cuando ocurrió el colapso. El evento puso en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura vial frente a los eventos climáticos extremos. Agricultores, transportistas y residentes locales sufrieron interrupciones en sus actividades cotidianas, pérdidas materiales y aislamiento geográfico. El cierre de rutas clave afectó el suministro de alimentos, combustible y productos básicos, impactando directamente en la economía regional.

Además, los costos de reparación de infraestructuras y asistencia de emergencia superaron los cientos de millones de dólares, según estimaciones preliminares del gobierno provincial y organismos de seguros. Las aseguradoras advirtieron sobre el aumento de reclamaciones por daños a viviendas, vehículos y negocios.

Las cuadrillas trabajan para despejar un deslizamiento de tierra entre Lil’wat Place y Texas Creek Road, cerca de Lillooet, en la autopista 99. (Transporte de Columbia Británica)

Las cuadrillas trabajan para despejar un deslizamiento de tierra entre Lil’wat Place y Texas Creek Road, cerca de Lillooet, en la autopista 99. (Transporte de Columbia Británica)

Prevención y lecciones aprendidas

El desastre reavivó el debate sobre la necesidad de adaptar la infraestructura a los cambios climáticos. Expertos en gestión de riesgos recomendaron:

  • Reforzar taludes en zonas montañosas.
  • Mejorar sistemas de monitoreo meteorológico.
  • Implementar alertas tempranas más efectivas.
  • Promover planes de evacuación comunitarios.
  • Invertir en infraestructura resiliente al cambio climático.

La provincia se comprometió a revisar sus protocolos y aumentar las inversiones en resiliencia climática. También se consideró crear un fondo de emergencia para futuras catástrofes naturales, así como promover campañas educativas para aumentar la preparación ciudadana.

Conclusión

La tragedia de Lillooet fue un doloroso recordatorio de cómo el clima extremo puede cambiar vidas en cuestión de segundos. Las autoridades locales y provinciales reaccionaron rápidamente, pero el evento mostró la necesidad de una mejor preparación frente a emergencias. Honrar la memoria de las víctimas implica no solo investigación, sino también acción preventiva. Fortalecer la resiliencia de las comunidades, mejorar la infraestructura y fomentar la conciencia social son pasos esenciales para evitar futuras pérdidas humanas ante fenómenos naturales cada vez más frecuentes e intensos.


Fuentes

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